Letra y Espíritu

 

"Pero ahora estamos liberados de la ley, siendo muerto a lo que nos tenía  atados, para que sirvamos en novedad de Espíritu y no en la antigüedad  de la letra.  "Romanos 7: 6, margen. {LESP 1.1}

Que  nuestra primera pregunta sea: ¿Cuál es la cosa en la cual estábamos atados, y en la cual estamos  ahora muertos? veamos. El séptimo capítulo de Romanos es solo una expansión del capítulo seis, adonde leemos que estamos "muertos al pecado" (versículo 2), y que "el que está muerto es liberado del pecado" (versículo 7). "De la misma manera consideraos  muertos al pecado, pero vivos para Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor" (versículo 11.)

Estamos muertos al pecado que nos ata, porque el pecado también está muerto por Cristo. "Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre está crucificado con él, que el cuerpo del pecado debe ser destruido, para que de ahora en adelante no sirvamos al pecado." Versículo 6. Y así "somos liberados de La ley”. Que Había sido transgredida, y por lo tanto exigía nuestra muerte; "Porque la paga del pecado es muerte." Versículo 23. Pero ahora  estamos muertos, ya no  nos persigue; Ha ejecutado el castigo sobre nosotros, en Cristo. "La ley tiene dominio sobre el hombre mientras está vivo". Cuando está muerto, no hay nada más que se pueda hacer por él. {LESP 1.3}

"Estoy crucificado con Cristo; Sin embargo, yo vivo; Pero no yo, sino que Cristo vive en mí. "Gálatas 2:20. Esta es una buena razón por la cual  la venganza de la ley ya no nos persigue. El hombre que cometió el pecado está muerto, y el hombre que ahora vive es un "hombre nuevo", caminando "en novedad de vida". La vida antigua era una vida de pecado; El "hombre nuevo"  es tras Dios "creado en justicia y verdadera santidad". Efesios 4: 22-24. Puesto que "el hombre nuevo no ha transgredido la ley, él es evidentemente  libre. {LESP 2.1}

QUIENES NO ESTÁN BAJO LA LEY

Pero la ley no está muerta. Esta viva como siempre lo estuvo. El nuevo hombre está libre de ella simplemente porque camina en armonía con ella. El nuevo hombre está bajo la obligación de guardar la ley tal como el viejo hombre lo estaba también; La diferencia entre ellos es que el hombre nuevo hace su deber, mientras que el viejo no lo hacía, y no podía. El viejo hombre "no estaba sujeto a la ley de Dios", oponiéndose al Espíritu Santo. El hombre nuevo está vivo por medio de Cristo, que murió "para que la justicia de la ley sea cumplida en nosotros, que no andamos según la carne, sino según el Espíritu" (Romanos 8: 4). {LESP 2.2}

"Si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley" (Gálatas 5:18). Pero el último versículo citado  nos dice que "la justicia de la ley  sea  cumplida" en los que andan según el Espíritu. Por lo tanto, se nos enseña claramente que los únicos que no están bajo la ley son aquellos en quienes se cumple la justicia de la ley. Los transgresores de la ley son los únicos que están "bajo la ley". Los que están "liberados de la ley" son los que la guardan "en espíritu y en verdad". {LESP 2.3}

Esto se demuestra en la declaración de que somos liberados de la ley, a fin de "que  sirvamos en novedad de espíritu, y no en la antigüedad de la letra". Todavía  servimos, pero como hombres libres y no como esclavos. Es un servicio espiritual, es decir, un servicio real; Porque sólo lo que es espiritual es real. {LESP 3.1}

"Porque sabemos que la ley es espiritual." Romanos 7:14. Se deduce, por lo tanto, que cuando  servíamos en la antigüedad de la letra, realmente no estábamos guardando la ley; Porque como la ley es espiritual, requiere necesariamente un servicio espiritual. Entonces es sólo cuando estamos liberados de la ley que la guardamos. {LESP 3.2} 

NADA  PARECIDO A LA  LEY HUMANA

La opinión común con respecto a la letra y el espíritu de la ley, es mayormente errónea. El error surge al suponer que la ley de Dios es similar a las leyes humanas. Es muy común hablar del espíritu de una ley hecha por el hombre, cuando todo lo que quiere decir es la intención de la ley. Por lo tanto: Ninguna ley humana es perfecta; Sus redactores no pueden prever todas las circunstancias que pueden surgir para ser juzgadas por ella. Entonces, también, el lenguaje de la ley puede ser oscuro. Por lo tanto, el juez a menudo considera necesario decidir cuál era la intención de los legisladores. Un hombre puede ser técnicamente o literalmente violador de una ley, mientras sigue actuando plenamente en armonía con la intención de sus autores. Esto es lo que se entiende por el uso equivocado del término "letra y espíritu", cuando se aplica a las leyes humanas. {LESP 3.3}

Ahora bien, la gran diferencia entre la naturaleza de las leyes humanas y la ley divina es que no hay espíritu para las primeras, mientras que la última es  totalmente espiritual. El Espíritu es vida; Pero no hay vida en las leyes humanas. No pueden dar vida. Ningún hombre puede obtener nada más de una ley humana que lo que él pone en ella. Si los hombres ignoran cualquier ley humana, entonces se dice que es "una letra muerta". Pero no tiene más vida en sí misma cuando es obedecida que cuando es ignorada; La vida está en el pueblo, que hace sus actos conforme a las palabras de la ley. {LESP 4.1}

La ley de Dios es totalmente diferente. Es viva que  la gente la guarde o no. Es viva porque es espiritual. El hombre que sirve en "la antigüedad  de la letra" no sirve en absoluto, porque, por muy bueno  sea su propósito, o cuan fuerte es su empeño por guardar la ley, simplemente se está reproduciendo a sí mismo, y no a la ley. Al tratar de hacer lo que la ley le dice que haga, simplemente está haciendo lo que su propia naturaleza le permite hacer. Mientras está en un estado carnal, "no está sujeto a la ley de Dios, ni tampoco puede." Romanos 8: 7. {LESP 4.2}

"LA LEY ES LA VIDA"

Pero "la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús" (Romanos 8: 2) nos libera de esta esclavitud, para que "la justicia de la ley se cumpla en nosotros". La verdadera ley es la vida de Dios en Cristo, Y eso da vida. Lo que se llama "la letra" de la ley de Dios es la declaración verbal de la ley. No es la ley en si sino solo la forma de ella, como dijo el apóstol que los judíos tenían "la forma del conocimiento y de la verdad en la ley". Romanos 2:20. La declaración verbal de la ley tiene la misma relación con la ley misma, como la fotografía de un hombre tiene para el hombre mismo. No es más que la sombra. {LESP 4.3}

Una sombra es la imagen exacta de la sustancia. Las palabras de la ley divina, que son "la forma del conocimiento y de la verdad", podrían compararse a una estatua, antes que a una fotografía. Tiene la forma y características, y sólo difiere de la realidad en no tener vida. Así que cuando hablamos del espíritu de la ley de Dios, nos referimos a la ley misma, y no sólo a la intención de la ley. La intención de la ley puede ser aprendida de las palabras, ya que Dios no está sujeto a las limitaciones humanas, pero sabe lo que se necesita, y puede decir exactamente lo que quiere decir. {LESP 5.1}

 De las palabras de la ley de Dios podemos saber exactamente lo que deberíamos hacer, porque es una forma perfecta. Pero sólo en Cristo encontramos la sustancia viviente. La ley en Cristo no es solamente vivencia, sino que da vida. Se realiza en aquellos que se someten a ella, porque es la propia vida de Dios. No es menos que la letra; No es algo diferente de la letra; Pero es simplemente la cosa viva que la letra describe perfectamente. {LESP 6.1} 

Waggoner, Ellet Joseph